lunes 16 de septiembre de 2024

Procesaron a exfuncionario por corrupción: el vínculo con Formosa

El juez federal Sebastián Casanello procesó al subgerente de Estudios y Proyectos de Vialidad Nacional, Ricardo Garione.
viernes 06 de septiembre de 2024

El juez federal Sebastián Casanello procesó al subgerente de Estudios y Proyectos de Vialidad Nacional, Ricardo Garione. Se encontró evidencias de presunto lavado de activos derivados de la corrupción, con la colaboración de familiares, allegados y empresarios a los que, en teoría, debía controlar.

Casanello consideró probado que Garione compró terrenos, casas, departamentos, lotes, autos y al menos una moto de colección, entre otros activos, en su afán por reintroducir al circuito legal –“blanquear”- al menos parte de las ganancias delictivas que acumuló, por lo que le impuso un embargo por $23.000 millones.

Garione se sumó así a la lista de funcionarios y empleados de Vialidad Nacional que fueron condenados o procesados por la Justicia durante los últimos años. Entre ellos, Nelson Periotti, Sandro Férgola, Sergio Passacantando y Gustavo Gentili.

En el caso de Garione, la investigación comenzó en 2017. A partir de ese momento, Casanello avanzó en la investigación por dos sendas. La primera se centró en los actos de corrupción que Garione habría protagonizado, senda que concluyó con procesamientos confirmados por la Cámara Federal y el envío de ese tramo al Tribunal Federal N° 4, para que inicie un juicio oral. La segunda, centrada en el blanqueo de esas supuestas ganancias criminales, arribó ahora a los procesamientos del exfuncionario, su familia y varios allegados.

El juez Casanello consideró demostrado que Garione acumuló un patrimonio “exorbitante” a su nombre o a través de testaferros que no puede justificar con sus ingresos y que, además, le ocultó a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de manera sistemática, tanto él, como sus hijos y presuntos testaferros.

Ese patrimonio incluye departamentos en la ciudad de Buenos Aires; lotes, casas, campos, más departamentos o incluso edificios en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Santa Cruz y Buenos Aires; una reserva natural y chacras en la provincia de Formosa; autos o camionetas Renault, Chrysler, Peugeot, Citröen, Ford y Volkswagen; una moto Harley Davidson; participaciones accionarias en tres sociedades; y depósitos bancarios y dólares en efectivo.

Una de las empresas bajo la lupa judicial es Rovella Carranza que tuvo -entre otras obras en la provincia- la construcción de la obra del Viaducto en Formosa.

Un eslabón clave fue Diego Omar Gerlo, por entonces integrante del directorio de Rovella Carranza, constructora que obtuvo cuatro de las cinco licitaciones de obras públicas en las que Garione se involucró de manera “continua y deliberada”, según la Justicia, para beneficiar a quienes figuraban como sus socios en la esfera privada, apartándose de sus deberes como funcionario público y ocultando esas incompatibilidades.

Consultados por LA NACION, voceros de Rovella Carranza despegaron a la constructora de la actual –y eventuales delitos- cometidos por Garione y Gerlo, quien también se presentó ante la Justicia como “sólo un empleado de la firma” que, aunque se desempeñó como integrante de su directorio, remarcó que se encontraba “en relación de dependencia”, argumento que la Justicia también desestimó.

Ante semejante cuadro probatorio, Casanello procesó a Garione como “figura central del acontecer delictivo”, y como partícipes necesarios a su exesposa, Silvana Calderón, sus hijos Manuel y Carola Garione, al igual que a Tomás Prato, Diego Gerlo, Cecilia Graciela Ortiz y Marcelo Fedrizzi, con embargos para todos ellos que fijó entre los $470 millones y los $23.000 millones cada uno.

Garione y todos los demás procesados también quedaron con sus libertades ambulatorias limitadas. Casanello dispuso que la prohibición de salir del país para todos ellos.

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