Con térmicas de 50°, estudiantes y docentes padecen “horas insalubres de clases” y agua salobre

El mismo jueves, día en el que falleciera Carmen -esta docente de Ibarreta que volvía de su trabajo en la localidad de Campo, producto del intenso calor que la afectó al punto de hacerla perder la conciencia y derrapar con su moto, falleciendo en la banquina de la RN 81-, docentes y padres de chicos que concurren a diferentes escuelas, primarias y secundarias del extremo oeste se comunicaron con Guaú Formosa para alertar sobre los padecimientos que enfrentan producto de la ola de calor. “Con térmicas de 50°; sin agua potable, solo un agua salobre que hace mal; calor inaguantable en aulas solo con algunos ventiladores que funcionan con suerte y en otras donde las paredes son de chapas de zinc, es imposible enseñar y aprender. Son horas insalubres de clases que se desaprovechan porque los chicos no rinden”, arrancaron apuntando.

En ese sentido, el profesor Guillermo Fernández, docente de la Escuela Agrotécnica Provincial N° 9 de La Rinconada refirió que “muchos dicen que deberíamos estar acostumbrados al calor pero últimamente es diferente, es más acuciante. Está terrible”, señaló para advertir que en el inicio de la presente semana, “un profesor que iba desde El Quebracho hasta Pozo de Maza para trabajar en la Escuela Agrotécnica se desmayó en el camino, se insoló. Tirado en la ruta lo encontraron. Afortunadamente se está recuperando. Otra docente sufrió hoy un golpe de calor también al día siguiente”

Solo el viernes, “las temperaturas rondaron los 50° y además, no hay agua potable. Esta bastante difícil. El agua que hay acá en La Rinconada es bastante salobre, no así en Pozo de Maza”, describió también.

Durante la entrevista, Fernández explicó que en la zona hay muchas escuelas primarias y secundarias con sus respectivos anexos. “Un caso es el de Pozo Sargento donde se dan clases en un aula y otra funciona en una Iglesia evangélica de mampostería con dos metros de altura y techo de chapa. Si bien en su momento hubo escuelas nuevas, las crecientes del Bañado de los últimos años las taparon. Lamentablemente muchos de esos anexos de escuelas primarias o secundarias están funcionando en construcciones precarias, muchos hechos con chapas de zinc como es el caso de Tres Yuchanes. Son un horno con estas temperaturas y lamentablemente vemos que nadie toma medidas desde el Ministerio. No se si no sabe lo que sucede, cuánto padecen los chicos las consecuencias de un sol tan abrazador como se está dando. Por ejemplo, para venir a la Agrotecnica 9 muchos de los chicos caminan varios kilómetros con temperaturas que se dan como nunca antes”, advirtió el docente.

La preocupación es generalizada. Padres y docentes alertaron sobre esta situación ya que pese a la situación agobiante, “se dan clases con naturalidad”.

En otro tramo de la entrevista, Fernández reconoció que “ya soy un docente veterano, me estoy jubilando y me preocupa la cara de tristeza y desazón de los chicos que, lo que menos hacen, es prestar atención. Están tambaleantes y eso me pone los pelos de punta, y me preocupa mucho, no solo como docente sino como ser humano”, enfatizó.

“Sé que es una zona calurosa de por sí, pero nunca fue tanto y ahora enfrentamos condiciones muy precarias. Las escuelas prácticamente no tienen ventiladores de techo y los que tienen o tuvieron en su momento, la mayoría ya no funcionan. En estos lugares un aire acondicionado es una ilusión. Educación deben saber muy bien lo que es estar con aire acondicionado en sus oficinas en horarios administrativos pero en estos lugares, el docente viene a estar desde el lunes a la madrugada hasta el viernes a última hora de la tarde cuando vuelve a su casa y ver a su familia y muchos están entre 100 y 500 km y es muy duro para ellos pero, para los alumnos es mucho peor ya que ellos tienen múltiples inconvenientes”, explicó buscando que las autoridades educativas de la provincia reaccionen aportando una mejora a lo que padecen los niños, jóvenes y docentes de la zona.

Otro docente de la zona que no quiso que se lo mencione por temor a represalias de la Delegación Zonal apuntó que siente “mucha tristeza e impotencia porque las clases hay que darlas igual. Hacemos todo lo humanamente posible pero hay que ponerse también en el lugar de los chicos y de los padres y tememos que llegue el momento en el que suceda algo grave. Si pasa, ¿quién será el responsable? El director que tiene que hacer que la escuela funcione, nosotros los docentes que debemos dictar las clases o vendrá alguien de Formosa para hacerse cargo si llega a pasar alguna tragedia?”, cerró planteando este maestro que señaló que el viernes, por el calor, muchos de sus colegas y alumnos estuvieron “con dolor de cabeza y de nuca terribles por el calor algunos con vómito y hasta con diarrea”.

A todo este panorama desolador, debe sumarse también ahora el avance del agua del bañado que comienza a crecer.