TOMI, la familia de Soluciones Tecno-Educativas que desde Formosa, están transformando la educación en el país

Formosa Software Factory, es una empresa formoseña,  enfocada en el desarrollo y fabricación de soluciones tecno-educativas tanto para profesionales de educación como para estudiantes. Es así que desde hace más de diez años, bajo Licencia de TOMI Inc. fabrica las Pizarras Digitales TOMI 6 o TOMI Simple, adapta el asistente del docente TOMI 7e implementa y capacita en el uso de la Plataforma Educativa TOMI Digital.

La empresa también fabrica mobiliario táctil con Inteligencia Artificial, Totems, Podios, Mesas, los famosos Robots Emocionales SIMA, Kits de Robótica y Desarrolla Software para eventos Corporativos.

Según especificaron, las pizarras digitales TOMI, se caracterizan por ser un dispositivo que transforma en interactiva una imagen, ya sea que sea proyectada desde un cañón o de un LCD TV, mediante el uso de un lápiz Digital, son Pen Touch. Permite escribir, resaltar, cortar, trabajar sobre esa imagen o convertir la proyección en una Pizarra Digital.

Al realizar la actividad sobre la Plataforma TOMI Digital, permite interactuar tanto con alumnos presentes como remotos, generando informes muy precisos sobre el proceso de aprendizaje de cada alumno, a los cuales la misma plataforma asiste para aprender de sus errores, mediante IA, además se puede hacer Tormentas de Ideas Digitales, Encuestas, distintos tipos de desafíos haciendo más entretenida la transmisión de saberes, sin importar si el alumno está presente o remoto. 

Desde la empresa formoseña sostienen que no son las tecnologías, ni las políticas públicas las que transforman la vida de los alumnos, sino "los maestros que inspiran".

Uno de los cientos de maestros inspiradores que están transformando vidas desde las aulas juntos a TOMI, es Gabriela Buttner, ella es docente y actualmente imparte clases en el interior de la provincia de Misiones, y según comentó conoció TOMI “por casualidad en mi búsqueda por mejorar mis clases. Todo comenzó a principios del 2021 cuando me sentí frustrada mientras borraba un pizarrón. Ese sentimiento de hacer clase tras clase lo mismo: copiar en el pizarrón, entregar las copias y corregir se volvió insoportable”, dijo. 

“En mi instituto particular utilizaba mi televisor conectado a la computadora y escribía con un marcador en la pantalla de la tele para corregir las actividades. Esto me llevó a buscar en internet el costo de una pizarra digital y fue allí que me encontré con la pizarra TOMI 6. Me contacté con el vendedor en Argentina y me dio una demostración de la aplicación. Quedé maravillada cuando el “3, 2, 1” apareció en mi teléfono y yo pude responder estando en otro lugar. Con mucho esfuerzo compré un TOMI 6 y un proyector para mi instituto particular. Desde ese momento, TOMI se extendió a las aulas de las escuelas donde trabajo cuando las escuelas comenzaron a tener internet (que en algunos casos aún es de muy mala calidad)”.

En tanto, consultada sobre cómo ayudó durante sus horas en el aula y por qué esta herramienta es necesaria, manifestó que “las clases cambiaron rotundamente. TOMI marcó un antes y un después. Las clases se volvieron más dinámicas y los chicos más comprometidos con su aprendizaje, comencé con pruebas piloto en dos grupos del mismo nivel. En 2 clases, el grupo que utilizaba TOMI dominó el vocabulario nuevo, mientras que el otro grupo presentó más dificultades. Más adelante, repetí esta prueba invirtiendo los grupos, y los resultados fueron los mismos”.

La docente sostuvo que “TOMI permitió optimizar el tiempo de clase en el aula y llegar a las casas con las actividades de repaso. Creo que es una herramienta muy poderosa para captar la atención del alumno y motivarlos a mejorar su aprendizaje”.

Seguidamente, recomendó sin duda alguna TOMI, distribuida desde Formosa porque “permite acortar la brecha educativa y digital y acercar a los chicos a un mundo laboral para el que se deben preparar: el trabajo que aún no existe. Esto ayuda a cerrar la brecha digital que afecta a millones de niños y jóvenes, especialmente en zonas desfavorecidas, brindándoles oportunidades de aprendizaje más equitativas”. 

Explicó que “al exponer a los jóvenes a tecnologías emergentes, habilidades digitales y formas de trabajo colaborativo, TOMI los está preparando para empleos que aún no existen. Esta visión de futuro es clave, ya que los trabajos del mañana requerirán cada vez más competencias tecnológicas y adaptabilidad. Cuando veo a mis alumnos utilizar el lápiz de la pizarra digital por primera vez con cierta dificultad, me imagino cómo algo tan simple en el aula los puede preparar para el día de mañana: cómo ellos se podrán adaptar a lo nuevo”.

Finalmente, consideró que este tipo herramientas son necesarias en el sistema educativo porque “representan una solución integral para la educación que va más allá de la simple tecnología: cerrar brechas, preparar a los estudiantes para el futuro y fortalecer el papel de los maestros. Los métodos tradicionales de enseñanza eran buenos para los alumnos de antes, inclusive lo fueron para mí. Sin embargo, hoy en día los chicos son diferentes. Ellos crecen en un mundo que avanza a pasos agigantados en materia de tecnología e innovación y como docentes tenemos la obligación de brindar herramientas para que nuestros alumnos puedan enfrentar el desconocido mundo del mañana”, cerró diciendo.